lunes, 5 de octubre de 2009

ACRÓSTICO DEDICADO A VALLESECO

Vereditas alegres
Al amor de los
Lomos, con ecos de timple
Lira parrandera
Entre manzanos de
Suave aroma
Estás rodeado de
Campos verdes
Olor a vida, pueblo adoptivo

Un avión me dejó en Las Palmas, después de peregrinar por la isla, una guagua me dejó en Valleseco, féliz momento.
Pueblo tranquilo, de gente amable, de franqueza clara, nunca me he sentido extranjero.
Mientras mis hermanos mueren a veinte metros de la orilla, donde el mar ahoga sus ilusiones y sus vidas, yo he vuelto a nacer en Valleseco.
Trabajo, amigos y pan no me ha faltado, tengo aquí una familia, los Ponce Herrera que Dios los bendiga.
He conocido personajes como Gustavo el negro, aquel honesto y francote que demostraba su afecto con guantazos, me sumo al homenaje en su honor, que el Altísimo lo tenga en su gloria.
Que este pueblo, fluya al mundo, que sus hijos sean numerosos como los granos de maíz.


Fabián Yépez Murillo

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